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the_dreaming

Viaje en el Tiempo

Viaje en el Tiempo Ayer tuve que ir a casa de mi abuela paterna a rescatar libros, una de las pocas cosas que dejó mi tío Pepe al morir, hace menos de un año. Aunque está a unos escasos metros de la de mis padres, no había vuelto a entrar allí desde que ella murió, cuando yo era una niña. Me sorprendió que aquello siguiera exactamente igual a como yo lo recordaba, como entrar en un decorado de Cuéntame.

Después de mirar los libros que se apilaban sobre el sofá, me quedé con lo que deben ser las obras completas de Julio Verne en aquella edición de pasta blanda de la Biblioteca Sopena y alguna cosa suelta más. Porque el único regalo que me hizo mi tío en vida, cuando era muy pequeña, fue uno de los libros de esa colección, "Miguel Strogoff". Y me descubrió a Julio Verne, con el que haría algunos de mis mejores viajes.

Después recorrí toda la casa recordando el tiempo en que vivimos allí, menos de un año, cuando mis padres se volvieron de Inglaterra. Encontré en una pared el retrato de mi abuelo, una impresión sobre madera, algo que parecía un cuadro al óleo pero era una foto. Murió muy joven, como mi abuelo materno, y no hay muchas fotos suyas, así que hasta hace un par de años nunca le había visto. Como mi tía Luisa también lo quería, le saqué unas fotos con mi cámara digital y se lo dejé para ella.

Al volver a la sala, sobre la mesa había unos llaveros. Me quedé con este como recuerdo, una pequeña pagoda con tres chinitos que se sacan tirando de la peana. Todavía no sé por qué: ¡Nunca he sabido jugar a los chinos!

10 comentarios

Tyker -

Siempre interesante julio verne.

Nuala -

Siempre es estupendo tener un lugar al que volver, Burbu. :)

BurbujaS -

En la casa de mi pueblo hay un desván. Allí, además de Flor (nuestra gata), viven las cosas que formaron parte de nuestra vida, y que nuestras madres, tías y abuelas, nunca tiraron. Es un sitio estupendo. Nunca cambia. Para mi, es la forma de volver, de medir el tiempo, de recordar.

Nuala -

Sí, yo también leía a los Cinco, psico. Y me preguntaba a qué sabría la cerveza de jengibre y la zarzaparrilla, esos brebajes misteriosos que bebían los protas de mis lecturas infantiles. :D

bacterio es un hombre muy sabio, Carlos. Y tú también. :)

Carlos -

Me encanta la idea de bacterio del pasado como lugar. Porque es así.
Llevarse un llavero es hacer físico el pasado en tu bolsillo.

psico -

Yo tenía esa sensación de viajar en el tiempo cuando iba a casa de mi abuela y abría el trastero, un rectangulillo de no más de 3 metros cuadrados, pero que tiene el armario de cocina del Cuéntame y otros trastos más..Me gusta esa serie porque tienen todo como mi abuela(las ollas esas con flores, los platos esos transparentes con el borde como de galleta...). Soy una nostálgica. Yo le echo la bronca a la gente cuando se quiere cambiar de casa o hacer obras...

Por cierto que yo leía libros de Los cinco, jajaja, la lectura forjará el carácter... :D (me encanta éste emoticono).

Nuala -

Hum, sí bac. Yo a esto le llamo la realidad anestesiada, es lo más parecido a un chute de morfina, supongo.

Los viajes de Gulliver en realidad son un tratado sociopolítico. Con eso y el Maquiavelo, que también te has leido, ya no necesitas más para convertirte en un hombre de bien. :D

Leyendo tebeos nunca llegarán a nada. Y si no, mírame a mí.

bacterio -

Es curioso ver cómo a veces el pasado es un sitio físico y el presente es más un estado mental que otra cosa, haciendo parecer real algo que ya no es e irreal algo que sí que es.

En casa de mi abuelo tenían una colección de libros creo que de RTVE propiedad de mi tía y una vez de niño me dieron una copia de "Los viajes de Gulliver" de Swift. Pensándolo después, quizás no fuese un libro adecuado para niños.

Saludos

Nuala -

Ah, pues gracias, susej.

susej -

Pues ahora sí :)
En el juego de los chinos participan varios jugadores, que piensan un número
entre cero y las chinas que poseen(empieza con tres), y la guardan en la mano, y tratan de adivinar el valor que consideran que será el resultado de la suma de
todas las chinas que han guardado todos los jugadores. Cada jugador indica un número distinto del resto. El jugador que acierta se quita una china. Se van realizando
varias apuestas, rotando cada vez el jugador que empieza indicando un número, y al
final gana el primer jugador que se queda sin chinas. También se puede jugar a ver
quién pierde que es el último en quedarse con
alguna china.