Viaje en el Tiempo

Después de mirar los libros que se apilaban sobre el sofá, me quedé con lo que deben ser las obras completas de Julio Verne en aquella edición de pasta blanda de la Biblioteca Sopena y alguna cosa suelta más. Porque el único regalo que me hizo mi tío en vida, cuando era muy pequeña, fue uno de los libros de esa colección, "Miguel Strogoff". Y me descubrió a Julio Verne, con el que haría algunos de mis mejores viajes.
Después recorrí toda la casa recordando el tiempo en que vivimos allí, menos de un año, cuando mis padres se volvieron de Inglaterra. Encontré en una pared el retrato de mi abuelo, una impresión sobre madera, algo que parecía un cuadro al óleo pero era una foto. Murió muy joven, como mi abuelo materno, y no hay muchas fotos suyas, así que hasta hace un par de años nunca le había visto. Como mi tía Luisa también lo quería, le saqué unas fotos con mi cámara digital y se lo dejé para ella.
Al volver a la sala, sobre la mesa había unos llaveros. Me quedé con este como recuerdo, una pequeña pagoda con tres chinitos que se sacan tirando de la peana. Todavía no sé por qué: ¡Nunca he sabido jugar a los chinos!
10 comentarios
Tyker -
Nuala -
BurbujaS -
Nuala -
bacterio es un hombre muy sabio, Carlos. Y tú también. :)
Carlos -
Llevarse un llavero es hacer físico el pasado en tu bolsillo.
psico -
Por cierto que yo leía libros de Los cinco, jajaja, la lectura forjará el carácter... :D (me encanta éste emoticono).
Nuala -
Los viajes de Gulliver en realidad son un tratado sociopolítico. Con eso y el Maquiavelo, que también te has leido, ya no necesitas más para convertirte en un hombre de bien. :D
Leyendo tebeos nunca llegarán a nada. Y si no, mírame a mí.
bacterio -
En casa de mi abuelo tenían una colección de libros creo que de RTVE propiedad de mi tía y una vez de niño me dieron una copia de "Los viajes de Gulliver" de Swift. Pensándolo después, quizás no fuese un libro adecuado para niños.
Saludos
Nuala -
susej -
En el juego de los chinos participan varios jugadores, que piensan un número
entre cero y las chinas que poseen(empieza con tres), y la guardan en la mano, y tratan de adivinar el valor que consideran que será el resultado de la suma de
todas las chinas que han guardado todos los jugadores. Cada jugador indica un número distinto del resto. El jugador que acierta se quita una china. Se van realizando
varias apuestas, rotando cada vez el jugador que empieza indicando un número, y al
final gana el primer jugador que se queda sin chinas. También se puede jugar a ver
quién pierde que es el último en quedarse con
alguna china.